Vacaciones en Estepona
Hoy es mi último día en el país del cansancio perpetuo. Apuro mis últimas horas en un ordenador, como pensando que ya se termina todo, que ha llegado el momento de volver a la Barcelona de madrugones y trabajo. Y la verdad es que no apetece nada dejar atrás las conversaciones (interesantísimas todas) sobre si entra levante o si entra poniente, que si el mar está de levante y el viento de poniente, que si el agua está más fría o más caliente (como si tuviese mucha importancia todo eso, obviando que las piedras te duelen tanto en las plantas de tus pies que la temperatura es lo de menos).
Aún no me fuí y me sabe mal dejar atrás los batidos - sorbetes - granizadas - helados - cafés - y demás. Y por supuesto, me sabe mal dejar a un equipo en segunda con una afición de primera (primera regional, Chiqui, regional).
Estepona me ha marcado de manera indescriptible. Sólo tenéis que ver mi marca del bañador y alguna foto con Marina en los baños de la Hedionda. Pero si hay algo que me ha impresionado de esta ciudad pequeña, pueblo grande, es el despertar. Hacía mucho que no amanecía con el dulce trinar de los pajaritos (y el cocococcc de las gallinas). Demasiado que no sentía el hocico de un perro en la persiana de mi habitación. Ruidos mucho más agradables (e impredecibles) que el despertador, que suena igual con levante que con poniente.
Me llevo conmigo a un montón de caras nuevas, nuevo vocabulario, un modelo a seguir de cómo ir a la playa y una maleta cargada de sueño. Ahora toca trabajar, que algunos publicistas sí trabajamos. Y aunque me gusta mucho mi trabajo, no, no me apetece nada volver.
PD: Prometo mejorar mi puntería con los dardos. Mi habilidad con las palas de playa es insuperable.
Y para que todos tengáis vuestro merecido:
Esther, ¡qué buena está esa empanada de queso! (¿será García Vaquero?)
Carlos, tu rodilla creo que está en Arroyo Vaquero (¿o será García Vaquero?
Isa, qué bien hace los pinchitos...
Marina, tiene un Selwo y no me invita... si es que...
Macarena, el cactus no se riega, sólo se pone en el asiento adecuado.
Chiqui, ¿liga y copa del rey, vale?
Coska, ¿a quién se le ocurre traer jeringuillas para beber?
Jose, ¿y qué hacen las tortugas ninja en la sanidad?
Cristina, no huelas las sábanas, es un consejo.
Félix, con Cristiano, Villa y Cazorla, el Madrid campeón seguro. Lástima que no pueda ser...
Manolo, trata de arrancarlo que la batería es nueva.
Gago, practica ese swing, ¿ha nacido un nuevo Tiger Woods?
Silvia, sí, también me ganó a los dardos...
Miguelito, el tanga te queda que ni pintado.
Julio, el Superman de impresora con capa romana (innovando, claro que sí)
Íñigo, ya te vale, el único que sabe de vientos no viene...
Tristán, sé que existes, ¡no te escondas más!
Virginia, Helena y Ana, la culpa fue del poniente, lo prometo.
¡Nos vemos!
Jau Ming