miércoles, 30 de septiembre de 2009

Un problema con cerillas

He pensado que para que tenga actividad el blog, poner una vez a la semana problemas matemáticos sencillos, la solución se pueden encontrar en la web, incluso en los libros; pero os propongo no leerlo ni buscarlo. Yo tampoco he mirado la solución. Para jugar a lo mismo. Así pues el miércoles que viene pondré la solución y un nuevo acertijo.



El jugador de turno vació sobre la mesa su caja de cerillas, distribuyéndolas en tres montones.
- ¿Se dispone usted a hacer hogueras? - bromearon los presentes.
- El rompecabezas será a base de cerillas - explicó -. Tenemos tres montoncitos diferentes. En ellos
hay en total 48 cerillas. No le digo cuántas hay en cada uno, pero observen lo siguiente: si de
primer montón paso al segundo tantas cerillas como hay en éste luego del segundo paso al tercero
tantas cerillas como hay en es tercero, y, por último, del tercero paso al primero tantas cerillas
como existen ahora en ese primero, resulta que habrá el mismo número de cerillas en cada montón.
¿Cuántas cerillas había en cada montón al principio?

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Otoño

En llamas, en otoños incendiados,
arde a veces mi corazón,
puro y solo. El viento lo despierta,
toca su centro y lo suspende
en luz que sonríe para nadie:
¡cuánta belleza suelta!

Busco unas manos,
una presencia, un cuerpo,
lo que rompe los muros
y hace nacer las formas embriagadas,
un roce, un son, un giro, un ala apenas;
busco dentro mí,
huesos, violines intocados,
vértebras delicadas y sombrías,
labios que sueñan labios,
manos que sueñan pájaros...

Y algo que no se sabe y dice «nunca»
cae del cielo,
de ti, mi Dios y mi adversario.

Octavio Paz.

p.d: pily como sé que es tu estación favorita, pues te lo dedico.

Marina.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Lo que estaba deseando oir.


Aunque no necesito ninguna excusa para abrir una botella de vino sola, o aún mejor en compañía, cuando he leído esto no he necesitado más para abrir un Ribera del Duero y disfrutar más que nunca de él en la comida.

¡Viva la uva!